sábado, 13 de marzo de 2010

LAS DIFERENCIAS.

El uso o no de herraduras es la diferencia visualmente objetiva entre el barehoof y el herraje tradicional. Sin embargo las diferencias van mucho más allá que un simple efecto visual.

Trataremos de explicar resumidamente algunas diferencias sobre las cuales se sustenta el barehoof, lo haremos sin un orden de importancia ya que todas ellas actúan al final en conjunto y son de una u otra manera interdependientes.

Primero esta la denominada carga periférica, la herradura por su diseño y mecanismo de colocación , transmite la mayor carga o peso del caballo a la pared de casco, no existiendo una evidencia histológica ( celular ) que demuestre que la unión de la tercera falange con la pared del casco fuera responsable de cumplir la función de sostén del peso de éste. En el barehoof bien realizado la función de soporte del peso se concentra en la suela y ranilla siendo la pared del casco un actor secundario en un proporción no mayor a un 10 o 15 %. (Cabe resaltar que también se puede encontrar carga periférica en un caballo desherrado que no tienen un manejo adecuado de sus cascos de acuerdo a la técnica barehoof.) Esto es una diferencia que tiene un efecto radical al momento de decidir desherrar un caballo ya que en la mayoría de los caballos consecuencia de la técnica de despalme y del herraje per se , éstas estructuras: suela y ranilla se encuentran atrofiadas, subdesarrolladas o mecánicamente adelgazadas por el operador , lo cual puede ser una de las causas que le impidan al caballo desplazarse normalmente sin herraduras al inicio del proceso de desherraje o que le generen dolor.

Consecuencia también de lo anterior la pared del casco se adelgaza y la unión con la tercera falange por decirlo de alguna manera no es buena por lo que se va generando en el tiempo un espacio que es rellenado por un tejido corneo de menor calidad que da origen a la cuña laminar y esta por ende a una línea blanca engrosada lo cual explica porque se resquebraja y se separa con mucha facilidad el borde de la pared durante las primeras semanas del periodo de transición. Esto permite también la acumulación de detritus, piedrecillas o la entrada de hongos. Si esto se mantiene en el tiempo los ángulos normales del casco se van alterando, la ubicación de la tercela falange dentro de él también se modifica , ya sea rotando o introduciéndose crónicamente dentro del casco con las alteraciones subsecuentes a ello, como veremos mas adelante .

Ya que la técnica barehoof toma, como modelo solo de referencia no una imitación perfecta al casco del caballo salvaje , se busca también un acortamiento de los talones , una disminución la longitud de la pinza para que el caballo se beneficie de lo que se denomina un casco de pinza corta ya que ello le permite un desplazamiento mas armónico al acortar el punto de quiebre o salida, aliviando de esta manera la sobrecarga de tensión en los tendones flexores. Este efecto también es el que se pretende lograr con el uso de herraduras tipo natural balance, las cuales se basan en el mismo principio.

Otra gran diferencia radica en la forma de recortar los cascos, es muy cierto que los herradores manejan muy bien la técnica de despalme para herrajes , pero al realizar la técnica barehoof, éste despalme difiere sustancialmente ya que es mucho menos invasivo en cascos relativamente sanos ya que suela y ranilla prácticamente no se tocan, y el borde periférico de la pared se termina de forma redondeada ( Rolling) , lo que evita el contacto excesivo con el suelo y la consecuente carga periférica.

De esta forma se pretende dar forma a un casco funcional para cada caballo, o lo que se denomina un buen casco. De esta manera lo que se pretende es que caballo pueda realizar al desplazarse un primer impacto de talón , al tener una ranilla bien desarrollada, con un cojinete digital ( Estructura de tejido fibroso bajo la ranilla) maduro lo que le permite así absorber la mayor parte de la energía de impacto al contactar el suelo, mediante un mecanismo mecánico hidráulico evitando que ésta se transmita o disipe a través de ligamentos , articulaciones y tendones y así evitar las lesiones prematuras de estas estructuras.

Como podemos apreciar son muchas las ventajas que se pueden lograr a través del barehoof, si bien es cierto muchas de ellas pueden ser cuestionadas e inclinar la balanza hacia el herraje tradicional, los resultados de los últimos estudios demuestran irrefutablemente por ahora, que dichos beneficios son ciertos, lograrlos o no depende más de los actores involucrados; jinetes, dueños, veterinarios, y herradores, que de la técnica en sí. Nadie tiene las respuestas a todas las interrogantes y eso hace que nuestra curva de aprendizaje sea totalmente ascendente afortunadamente en la dirección correcta, y no me refiero a si herrar o no , sino a entender y comprender cada vez mas en forma cierta la fisiología y mecánica del casco equino , lo cual nos abrirá las puertas a un mundo, donde los tratamientos sean mas preventivos que curativos y más rehabilitadores que paliativos. En las siguientes secciones iremos desglosando todas estas aseveraciones conjuntamente con su correlación práctica.

A continuación se muestra un caballo de alta competencia al que se le han realizado durante cuatro años diversos herrajes correctivos y plantillas supervisados e indicados por diferentes veterinarios asociados también a frecuentes infiltraciones articulares y de tendones. Antes de retirarlo de la competencia se decide intentar un tratamiento barehoof, que le permite regresar a la competencia desherrado tras cinco meses de tratamiento sin haber recibido ninguna nueva infiltración con solo restablecer un buen casco funcional .
Miembro anterior derecho.

1

1. Tratamiento: Herraje con plantillas y multiples infiltraciones.

2

2.Recién desherrado.

3

3. Tratamiento Barefoot (5 meses). De regreso en competencia, sin infiltraciones.

Miembro anterior izquierdo.

1

1. Tratamiento: Herraje con plantillas y multiples infiltraciones.

2

2. Recién desherrado.

3

3. Tratamiento Barefoot (5 meses). De regreso a la competencia, sin infiltraciones.


CENTRO DE REHABILITACION DEL CASCO EQUINO.
















viernes, 26 de febrero de 2010

TRADICIÓN Y CIENCIA NO DEBEN SER ANTAGONISTAS.

La tradición no debiera ser un obstáculo para el desarrollo y aplicación de nuevas tecnologías. Sin embargo no es menos cierto que en muchas situaciones la tradición ha sido el pilar fundamental para lograr los resultados, un ejemplo clásico es la evolución de las razas caballares , de no haber sido por el esfuerzo de algunos en conservar arraigadas tradiciones por siglos no podríamos tal vez hoy, disfrutar de las distintas razas de caballos y sus únicas cualidades.

Todo lo anterior esta muy bien en lo que a evolución y crianza caballar se refiere , tanto en Chile como España la tradición de criar caballos morfofuncionales supera los 500 años de historia. Sin embargo quedarnos solo en la tradición y costumbres, puede marginarnos de la posibilidad de beneficiarnos de lo que el conocimiento llevado mas allá de la tradición nos puede entregar.

Un área muy cuestionada en estos días se refiere al herraje tradicional . El herrar caballos es un arte desarrollado también a través de los siglos junto con el caballo, sin embargo mas que una ciencia siempre a ha evolucionado como un arte donde la ciencia a hecho su aportes en forma muy tardía no obstante que estas contribuciones hayan sido muy significativas.

Por otro lado hoy existe la tendencia cada vez mas creciente también de optar por un manejo distinto del casco de los caballos órgano fundamental en todas las actividades y vida de éstos; esta se sustenta en no utilizar herraduras de ningún tipo, pero eso sí, realizar un despalme diferente que al igual que el herraje debe ser realizado por una persona calificada . Esto permitiría al caballo realizar el 100% de su actividades, ya sean, deportivas, recreativas, y laborales sin depender de utilización de herraduras como también la posibilidad de realizar tratamientos de diversas podopatologías , sin la necesidad de estar herrado.

¿ Cómo puede ser esto posible? , si hemos visto por siglos que el herraje es parte fundamental, inherente, necesario, y prácticamente imprescindible en el desempeño del caballo.

A luz de los conocimientos actuales , entendemos y sabemos con bastante certeza y fundamentos científicos que el caballo puede en realidad desarrollar todas sus actividades sin herraduras sin sufrir daño. No es de extrañar que en todas las especialidades relacionadas con el cuidado del caballo esto sola aseveración genere esceptisismo , una gran cantidad de interrogantes ,muchas dudas y hasta absoluto rechazo.

Mas se acentúan estas diferencias cuando nos enfrentamos a la necesidad de tratar alguna de las podopatologías de tanta frecuencia en nuestros días , tanto es así que éstas han llegado a ser la segunda causa de muerte o invalidez de un caballo.

Todos los textos, y metodologías de enseñanza actuales de Médicos Veterinarios y Herradores Profesionales no contemplan la posibilidad del caballo des-herrado como una alternativa real de desempeño o terapéutica. Por el contrario todos los métodos terapéuticos (salvo escasas excepciones) están basados en distintas técnicas de herrajes correctivos

Es difícil cuestionar mas de 1500 años de historia del herraje tradicional , sin embargo estamos a las puertas de un conocimiento que podría tal vez cambiar el curso de las actividades y procedimientos ecuestres. Ello no significa de ninguna manera erradicar o condenar lo ya realizado, no sería correcto ni respetable para todos lo que han aportado al desarrollo o son practicantes de este Arte. Por el contrario debemos aprovechar todo este cúmulo de conocimiento para encontrar nuevas vías de desarrollo y consenso , o tal vez solo poder contar con una herramienta más para poder tratar las podopatologías, ya que nadie puede sentirse dueño de la última palabra.

Podríamos decir entonces que tal vez ha llegado el momento de preguntarnos en conciencia :

¿ Y si fuera cierto que los caballos pueden obtener grandes beneficios al estar descalzos?.

No valdría la pena tratar de entender esta nueva filosofía, que abarca mas allá del hecho de usar o no usar herraduras, ya que mira al caballo como un todo en su manejo de una forma mas natural.

La evidencia clínica y científica lo justifican mas aún si nos remitimos a aquel refrán que cita , “sin pie no hay caballo”. De aquí entonces la importancia relevante que esto alcanza en el criador ya es en las primeras semanas y meses de vida cuando se cimientan las bases de lo que será el futuro buen o mal casco, entender a cabalidad este detalle puede significar la diferencia entre un caballo promedio o un ganador.

Herrar o no herrar, seguirá siendo un dilema por mucho tiempo, pero de lo que no hay duda es de los beneficios que el caballo obtiene al estar desherrado. Decidir por una u otra alternativa dependerá del interés en informarse por parte de los criadores con personas capacitadas en el tema.

Solo por enumerar algunos de los beneficios podemos citar:

- Mejor calidad del movimiento, ya que un casco ligero y naturalmente formado les permite moverse con mayor libertad, rapidez y gracia sobre cualquier superficie ya sea esta suave o abrasiva.

- Mayor seguridad en el andar, ya que los cascos sin herraje recuperan la sensibilidad por lo que pueden sentir mejor el piso donde se desplazan.

- Mayor resistencia, ya que los nuevos cascos formados sin herraduras son mas resistentes, de mejor calidad, y mejor alineados lo cual tiene influencia directa al disminuir las lesiones tan frecuentes en los caballos de alta competencia deportiva.

- Mayor resistencia y recuperación física ya que los cascos desherrados pueden realmente cumplir con su función de bombas auxiliares disminuyendo la carga hemodinámica del corazón al suministrar la circulación sanguínea a todo el cuerpo.

No todos los caballos pueden ser desherrados y continuar con sus actividades normales, pero si se les permite pasar por un periodo de transición que debe determinar quien lo trate y que será variable para cada caballo la mayoría puede llegar a disfrutar de los beneficios del desherraje.

En el caso de los potrillos, si son manejados adecuadamente desde su nacimiento tal periodo no debiera existir, y al llegar a la edad de trabajo no debiera ser necesario herrarlos . Se que son observaciones poco creíbles en primera instancia , pero si se toman el tiempo de informarse adecuadamente verán, que la realidad actual es que la cantidad de caballos tratados adecuadamente que gozan de los beneficios de estar desherrados es cada vez mayor en muchos países del mundo y cada día más también en España.

Decidir herrar o no herrar es una decisión que debe ser tomada de común acuerdo entre criador, herrador y veterinario adecuadamente informados y preparados para ver esta nueva forma de manejar los cascos de los caballos, si es así el éxito coronará el esfuerzo realizado , sino , la tradición una vez más habrá superado a la ciencia y la herradura seguirá siendo para bien o para mal la eterna compañera de nuestros caballos.
CENTRO DE REHABILITACIÓN DEL CASCO EQUINO.

martes, 2 de febrero de 2010

CONCLUYENDO LA HISTORIA.

Nadie discute hoy día una frase acuñada y aceptada en todo el mundo ecuestre “ El herraje es un mal necesario”. Esta frase considero que encierra un conformismo que no se justifica con el avance de las ciencias y la tecnología actual. Por ello es que hay quienes siguen en la búsqueda de una alternativa o solución que erradique este antiguo paradigma.

Como la mayoría de las creaciones del ser humano el herraje no cabe duda que fue consecuencia de una necesidad imperiosa de solucionar algún problema asociado a los cascos, lamentablemente a diferencia muchos otros avances en la historia del hombre como ya hemos visto no existe un registro claro y evidente de cuando y por qué se crea la herradura. Si sabemos por lo estudios pertinentes que la herradura esta ausente en todos los escritos sobre el caballo antes de la Edad Media y aparece ya con evidencia sustentable en el periodo de las cruzadas.

En mi opinión la ausencia de registros escritos se debería a que la invención de la herradura esta asociada a la labor de los herreros de la época medieval quienes eran artesanos, artistas forjadores del hierro pero sin mayor educación ni conocimientos de : anatomía equina, biomecánica, patología o histología tisular, no es raro pensar entonces que la escritura no haya sido un elemento común entre ellos para registrar su desarrollo.



Todos los tratamientos usados por los doctores/herreros de caballos de la época medieval no evidencian ningún fundamento científico y solo inflingían miseria a los caballos como se evidencia en numerosos escritos de la época.

Las practicas descritas en los libros antiguos sobre herrajes parecen salidas de un mundo de terror y debieron haber causado muchas mutilaciones e infecciones secundarias a los caballo. Evidencia de esto se encuentra en libros de historia del herraje donde se encuentran citas como ¨……en 1356, el Alcalde de Londres, se vió obligado a reunir a los herreros de la ciudad para crear los “Marshalls de la ciudad de Londres” debido a las numerosas agresiones, lesiones y mutilaciones ocasionados a los caballos por los supuestos herreros de la ciudad y sus alrededores…… ¨, mas posterior encontramos en Abril de 1796 que el comité de oficiales de la caballería inglesa emitió el siguiente reporte: “ .....El consejo habiendo tomado en cuenta la enorme y constante pérdida de caballos de la caballería debido a la total ignorancia de aquellos que tienen el cuidado médico de ellos, como así mismo, la incompetencia de ese departamento al limitar la posibilidad de procurar personas mejor preparadas en el conocimiento del herraje sugiere que el Colegio Veterinario debe realizar un gran esfuerzo para mejorar esta parte esencial del servicio....... No es de extrañar entonces que estas prácticas hayan ido desprestigiando la práctica del herraje a una y otra vez a lo largo del tiempo.

Otro tema polémico son los primeros registros sobre la forma de un buen casco y la angulación de los mismos. Esto se remonta a Simon de Atenas (430AC) y Xenofonte (380AC). Ambos insisten en que no debe existir contacto entre la ranilla (estructura central y posterior del casco) y el suelo. Xenofonte dice “ .... cuando se compra un caballo... lo primero que se debe observar son sus cascos.... Los talones altos, mantienen lo que es llamada ranilla lejos del suelo, en cambio los caballos de casco corto caminan con la parte dura y blanda del casco al mismo tiempo.......”.
No existen cambios frente este argumento por los próximos 2000 años ya que hasta mediados del siglo XVIII todos los autores reconocidos recomiendan un ángulo alto.

En 1664 Solleysel “ ......... advierte enfáticamente que los talones de los pies delanteros no se deben recortar y se deben mantener fuertes...” (Smith 1776,v.1 p.335). Bridges, (1752 ) también dice “ .....un caballo con talones bajos , solo sirve para el arado. Sin embargo a pesar de todo, puede haber sido el primero en hacer una importante observación en que tal vez, los cascos eran demasiado verticales: “Aquellos pies donde el casco es muy alto, los talones fuertes y la ranilla pequeña , no toleraran bien las travesías sobre caminos rocosos y serán mejores para las praderas”.


Luego sucede algo interesante. Lafosse (1754) rompe con más de 2000 años de tradición y experiencias al recomendar todo lo contrario: Un ángulo bajo, herraduras en formas de media luna y presión en la ranilla. Lafosse decía al recomendar su método que “de esta forma se obligaría al caballo a presionar la ranilla, que es el punto de apoyo del tendón flexor”. Estaba equivocado tanto en la teoría como en la práctica. Bracy Clark a pesar de haber leído los estudios de Xenophonte y muchos otros textos históricos que promovían un ángulo alto y sin presión en la ranilla, y a pesar de no tolerar a Coleman , preconizó el contacto de la ranilla con el suelo y por lo tanto un ángulo bajo.



White (1802) es el primero en establecer que el ángulo del casco debería tener un numero específico o grado. En su libro muestra un casco sobrepuesto en un medidor de ángulos con una inclinación exacta de 45 grados, destacando que éste es el ángulo correcto. De aquí en adelante muchos autores, repitieron el mismo error: Goodwin (1820), Hodgson (1849), Herbert ( 1859) and Fitzwygram (1861), cada uno especificaba 45 grados como el ángulo correcto. Es importante hacer notar que ninguno de estos autores era herrero o herrador por lo que es poco probable que alguno haya herrado un caballo alguna vez.
Solo para concluir quedaría claro entonces que por mas de 1800 años de registro del herraje se recomendó un ángulo alto sin presión en la ranilla. Posteriormente por casi dos siglos se recomendó un ángulo bajo con presión en la ranilla.
En los últimos treinta años como resultado de una mayor investigación se inclinó la balanza nuevamente hacia un ángulo alto sin presión en la ranilla, para finalmente en los veinte años más recientes volver a considerar un ángulo bajo con presión en la ranilla pero estas vez sustentado en una mayor evidencia científica junto con un acabado y detallado manejo de las estructuras del casco. Demás esta mencionar que en la actualidad existen diferentes técnicas de herraje, diferentes formas de balance e innumerables técnicas de tratamientos con herrajes correctivos.
No sería correcto culpar de todos los problemas podales del caballo a la Herradura, ya que son muchas las variables involucradas en el correcto funcionameinto de éste, pero por cierta coincidencia cuando esta aparece, también se comienzan a describir problemas que antes no había, algunos diran que antes no se investigaron, o tal vez no quedaron registros, en realidad no es lo importante ya que esta sección no pretende criticar ni juzgar el herraje tradicional bien realizado.
Sin embargo si pudieramos representar la historia del herraje en un reloj de 24 Hrs. solamente la última media hora representaría el periodo de investigación y avance real en este tema. Por lo tanto estamos recien comenzando a entender lo que dimos por cierto durante siglos.
CENTRO DE REHABILITACION DEL CASCO EQUINO.