lunes, 14 de septiembre de 2009




Rompiendo con la Tradición:
“Una perspectiva ética y profesional del estado del arte de herrar y no herraren los tiempos modernos”.



Nelson Pinto

Una cita de Jenofonte, escrita hace más de veinte y tres siglos atrás,reza: “…. El mismo cuidado que se le da a la alimentación y ejercicio del caballo para lograr que su cuerpo crezca fuerte, deberíamos también dedicarlo a mantener sus pies en perfectas condiciones….”
Dos mil trescientos años después aún no logramos amalgamar completamente esta cita para poder hacerla realidad. A menudo infringimos los principios básicos de la alimentación del caballo, alteramos su hábitat, y más aún descuidamos o maltratamos los cuatro pilares insustituibles de éste, sus cascos.
Ninguno de estos principios actúa por separado, en la actualidad, si hay algo que podemos afirmar con certeza es que Dieta, Hábitat y Cascos forman un triada indisoluble, ya que los tres interactúan en forma absolutamente interdependientes.
En los tres tenemos injerencia y responsabilidad directa, porque los dueños de caballos en la actualidad nos hemos transformados queramos o no, en los albaceas de la salud, desarrollo y futuro integral de nuestros caballos. Les hemos exigido las más increíbles tareas y actividades y en todas ellas han respondido con nobleza, abnegación y lealtad absoluta, cualidades que suponemos solo atribuibles a los seres humanos, sin embargo bien ganadas las tienen nuestros amigos equinos.
Para quienes no consideramos a los caballos como seres desechables, que sólo nos son útiles cuando pueden soportar los rigores de una disciplina, no necesariamente por ser mas apto sino por ser naturalmente más fuertes, tenemos una deuda pendiente, darles una calidad de vida acorde con los desinteresados beneficios que nos regalan.
Escuchar y depender de la opinión de veterinarios, herradores y entrenadores, para saber que es bueno y saludable para nuestros caballos demuestra el respeto que se merecen estos profesionales, pero es crítico que al menos como dueños sepamos reconocer cuando un caballo y sus cascos están normales, mal tratados o deformes.
Como albaceas debemos ser capaces de conversar, detallada e inteligentemente, con estos profesionales sobre los conocimientos básicos naturales que involucran la forma y función del casco equino. No debe malinterpretarse, ya que es una cruda realidad, que no todos los veterinarios, herradores , entrenadores , jinetes y profesionales asociados saben en realidad como debiera ser un casco normal y sano,y menos aún no todos entienden su función.
Recalco fehacientemente una vez más que esto no debe mal interpretarse como una generalidad, pero es una innegable y cruda realidad en cualquier parte del mundo donde existan caballos. Además encontramoscomo una constante frecuente que las técnicas terapéuticas siguen estando basadas en conocimientos ytradiciones ancestrales o en la cultura popular.
Hoy podemos cuestionar algunos conceptos sin la necesidad de ofender o infravalorar el trabajo de ningún profesional. Ya que nadie es dueño de la verdad absoluta;podemos hacerlo a la luz del conocimiento adquirido en las dos últimas décadas que, si bien es cierto muestra que aún estamos en una curva muy ascendente, nos permite vislumbrar que las cosas no necesariamente son como las hemos aceptado durante siglos.

¿ Estamos hoy día en condiciones de poder afirmar o cuestionar?:

- Que la herradura es una protección como también puede llegar a ser un accesorio dañino para el caballo.
- Que un caballo puede ser capaz de desarrollar sus actividades , recreativas, laborales o deportivas descalzo.
- Que la evolución y domesticación lo ha confinado a una vida que debe ser regulada y definida totalmente por el ser humano.
- Que ha perdido la capacidad de adaptación a los terrenos fuera de su box.
- Que debe ser herrado siempre por su propio bien y salud.
- Que todos los procedimientos terapéuticos u ortopédicos están basados en el uso de herraduras específicas.
- Que existe la posibilidad de tratar caballos con podopatologías severas sin el uso de herraduras.
Intentaré dar respuesta en un sentido u otro a estas afirmaciones.

Cuando un caballo pierde una herradura en una competencia generalmente no puede terminarla, si se lasquitamos voluntariamente, no lo podemos montar y a los pocos días comenzaráun deterioro progresivo de los bordes de la pared y profundización de la línea blanca.
Todo esto parece indicar que volver a herrarlo sería lo correcto. Pero si nos permitimos y nos tomamos el tiempo de analizar esta situación desde otro punto de vista y a la luz de los conocimientos actuales podríamos proponer que :
El casco del caballo esta perfectamente diseñado con sus diversas estructuras, internas y externas, para manejar sin problemas la mayoría, sino todas, las fuerzas de impacto recibidas del terreno. Cuando lo herramosy fijamos una herradura a la pared del casco modificamos completamente este perfecto diseño y la responsabilidad de absorción del impacto es traspasada a las articulaciones, cartílagos, ligamentos y músculos ubicados más arriba en el miembro del caballo y en el resto de su cuerpo. Todas estas estructuras nunca evolucionaron para manejar estas fuerzas, pero las hemos forzado a asumir este rol para él que nunca fueron diseñadas. De más está recalcar algo absolutamente demostrado, que esta conexión de la herradura a la pared progresivamente disminuye su espesor, resistencia y contrae los talones , esto se ha documentado extensamente desde los tiempos del Dr. Bracy Clark ( Cirujano Veterinario Británico) , quien muy preocupado por los resultados de sus estudios sobre el caballo desherrado llegó a diseñar una herradura expandible en 1820 .

También documentó ampliamente las variaciones anatómicas que se producían entre los caballos herrados y los no herrados. Entre sus estudios realizó el seguimiento de una yegua que estuvo desherrada hasta los seis años (Figura izquierda); a la derecha se observa el mismo casco un año después de estar herrada.

Muchos años después estudios realizados por Dr. R.M.Bowker DVM , abren una puerta muy interesante al demostrar que este fenómeno tiene la potencialidad de ser revertido con un adecuado tratamiento. Impresiones registradas con yeso muestran un casco (Fig. Izquierda) al retirarse la herradura y el mismo casco seis semanas después de estar desherrado. Podemos apreciar como disminuye la distancia entre el ápice de la ranilla y la pinza, la superficie plantar del pie aumenta 4-6mm, el ángulo de las barras aumenta (menos verticalidad), la ranilla aumenta significativamente de tamaño. Con un adecuado manejo este proceso, observado en apenas seis semanas, puede lograr en un lapso de seis a doce meses conseguir devolver el casco a su forma normal, de acuerdo a cada caballo y según su propias características, trabajo y entorno.



El impacto juega un importante rol en el desarrollo natural del casco que muchas veces es mal interpretado. El casco natural tiene la capacidad de absorción de impacto adecuada al terreno de su medio ambiente y puede adaptarse a los cambios de éste. Todas estas propiedades son atrofiadas cuando lo herramos, esto es algo que debemos saber y tener en cuenta, si deseamos retirar las herraduras.
Al disminuir o modificar el impacto con materiales artificiales, por debajo del nivel requerido para el desarrollo normal de éste, lo que logramos es un casco de tejido deficiente y estructuras atróficas, que impiden el desarrollo de cartílagos y articulaciones saludables así como de huesos resistentes.
El caballo es forzado a desarrollar progresivamente cascos más y más débiles, la suela, la pared del casco, la ranilla, el cojinete digital, la tercera falange, el hueso navicular, son afectados en la medida que se reduce la circulación sanguínea en estas zonas. La suela responde a veces con un crecimiento que podríamos llamar de tipo “displásico”: un crecimiento anormal que puede ser grueso en corto tiempo, pero nunca es tan resistente y duradera como la suela que se forma cuando permitimos al casco un desarrollo normal acorde al terreno y cuidados.










1: 1ra. Falange 2: 2da Falange 3: 3ra Falange 4: Navicular7: Pared del Casco 8: Ranilla 9: Cojinete Digital
Rojo: Tendón Flexor Superficial Amarillo: Tendón Flexor Profundo Naranja: Tendón extensor

Muchos profesionales malinterpretan este “falso” desarrollo, como un efecto reparativo, cuando en realidad son los primeros signos del deterioro posterior del casco.
Muchos herradores y profesionales del área que estamos acostumbrados a trabajar con cascos deformes y deteriorados, tendemos a acostumbrarnos a ver sin sorpresa día a día cascos mal conformados, ya sea herrados o descalzos por un mal manejo. Ello no debe apartarnos del camino central que es la prevención de todas estas patologías, informando a propietarios y criadores, ya que muchos problemas pueden prevenirse al trabajar con los caballos desde su nacimiento, o formando a los dueños para que puedan elegir una forma de tratar su caballos acorde con su realidad y entorno.












Mal herrado y desherrado mal tratado.

Desherrado con patología crónica.













Secuelas podopatológicas.

El uso inadecuado de herraduras ortopédicas, plantillas, botas, materiales siliconados, no son una solución al problema sino que suelen perpetuarlo en el tiempo, obligando al caballo a depender de estos elementos para todas sus actividades, incluso de por vida. Todos estos elementos pueden llegar a ser muy útiles si son adecuadamente indicados, por lo que deben ser utilizados por profesionales idóneos como medio de transición hacia un estado de salud mejor y no como una forma de vida dependiente. Lo que pareciera ser una rápida solución a un problema muchas veces sólo produce un mayor daño no evidenciable en el momento, pero si de forma progresiva, hasta llegar a una etapa irreversible encubierta por alguno de estos medios, afectando no solo el aparato locomotor sino también acortando el promedio de vida de los caballos.
Muchos de estos medios y técnicas son indicadas para proteger la suela o la ranilla (zona posterior del casco) ya que esta zona es una de las más importantes para la salud del casco, es equivalente a una especie de “corazón o centro neurálgico de éste” por tanto tal razonamiento parecería lógico. Sin embargo esta región no fue diseñada para ser cubierta o protegida del contacto con el terreno, por el contrario su rol es fundamental en el desplazamiento normal del caballo. Esto se ha demostrado y teorizado extensamente en tres áreas muy interesantes.
- Primero esta la teoría de fluidohemodinámico, que propone que la sangre que fluye a través de una red de pequeños capilares en la zona posterior del casco juega un importante papel en la absorción del impacto del casco.(Bowker . 2003)













Por ello es importante el buen desarrollo de la ranilla desde temprana edad, ya que permitirá un mejor desplazamiento y una mejor absorción del impacto, si se permite que éste se produzca en primer lugar sobre esta estructura diseñada para ello y no en la pinza como consecuencia de una anomalía del casco o como consecuencia de un mal herrado.

- En segundo lugar tenemos el descubrimiento de células propioceptoras en la región del cojinete digital (ranilla); estas células son las encargadas de transmitir información al sistema nervioso central del caballo que le permite “sentir o percibir” su desplazamiento sobre el terreno.(Bowker 2003)
Estas células no solo transmiten información fundamental sobre el terreno, también generan mediadores químicos indispensables para la regulación sanguínea (denominados sustancia P). En caballos estudiados y diagnosticados con síndrome navicular, los receptores de la sustancia P no se encuentran , han sido destruidos, como consecuencia se ha perdido la regulación del flujo sanguíneo y por lo tanto hay menos vasos sanguíneos. La disminución del flujo sanguíneo lleva a una remodelación ósea y a una disminución de la capacidad regeneradora que no mejorará mientras no se recupere la perfusión sanguínea.

- En tercer lugar debemos comprender las diferencias entre un buen casco y un mal casco .(Bowker 2003)
Muchos estudios sobre cascos no hacen la diferencia entre cascos enfermos y sanos. Estudios realizados en cadáveres de caballos menores de cinco años demuestran que la parte posterior del casco se ve semejante, pero después de los cinco años los caballos comienzan a diferenciarse en dos grupos que son fácilmente identificables. Los caballos de casco sano que desarrollan un cojinete digital densamente fibrocartilaginoso mientras que los caballos con cascos defectuosos o herrados no desarrollan este tejido de igual manera observándose en la región del cojinete digital remanentes de tejido conectivo graso característico de los potrillos jóvenes .
Queda claro entonces que los caballos no nacen con este denso tejido fibroso. Por tanto se genera o transforma a través del estímulo durante el crecimiento de ahí la importancia del cuidado, ejercicio y estímulo de esta zona durante los primeros años de vida. Una vez que el fibrocartílago se ha desarrollado, permanece y parece ser estímulo dependiente. Además del desarrollo de este tejido se hace evidente el mayor grosor de los cartílagos colaterales (tres a cuatro veces mas gruesos),una microvasculatura extensa y bien desarrollada y una ranilla amplia de mayor tamaño y tejido fibroso densamente condensado. De aquí también la importancia para quienes deseen herrar de no hacerlo antes de los seis años ya que, irremediablemente, interferirán en este proceso con las consecuencias ya conocidas .
En el desplazamiento de un casco bien desarrollado se puede observar que el primer impacto en el suelo es con la parte mas posterior de éste (talones), lo cual activa los propioceptores y estimula la circulación sanguínea permitiendo la absorción del impacto. Un primer impacto con las pinzas (tercio anterior) es signo de alteraciones en la conformación del casco o una compensación por insuficiente desarrollo del sector posterior, que se manifiesta por dolor o sensibilidad y que irremediablemente irá asociada a lesiones de músculos, tendones , articulaciones o síndrome navicular.
Como encargados del cuidado de los cascos no deberíamos acostumbrarnos a decir “que malos cascos tiene este caballo” sino más bien “como o que hacemos para que desarrollar un buen casco”. Un mal casco no es necesariamente una condición genética o un mal adquirido como se aduce con mucha frecuencia, es el resultado de la incapacidad del caballo para adaptarse a la cargas descompensadas, los estímulos negativos o un ambiente inadecuado.
Afortunadamente, en la mayoría de los casos, esta situación puede ser revertida con un adecuado diagnóstico y tratamiento sin herraduras. Esto se sustenta en la teoría que las células que dan origen al tejido fibrocartilaginoso continúan ahí y podrían ser reactivadas con la adecuada estimulación. Si bien es cierto aún no hay estudios que lo hayan confirmado feacientemente, pero la abrumante evidencia clínica acumulada hasta ahora no hace mas que sustentarla fehacientemente.
El concepto de carga periférica tal vez sea una de los grandes cambios que ocurre cuando el borde distal de la pared del casco soporta la mayor parte del peso del caballo. La carga periférica aparece en los cascos herrados ya que la herradura la transmite directamente a la pared. Una herradura tradicional podría denominarse como un dispositivo de carga periférica. La carga periférica también se puede observar en los caballos desherrados si el recorte de éstos no es correcto y permite traspasar la carga a la periferia. Generalmente se ve cuando se recortan excesivamente estructuras como la ranilla, las barras y la suela. El crecimiento excesivo de la pared también va a crear mayor carga periférica. Cada vez que la ranilla no tiene contacto con el suelo tenemos carga periférica. Para complicar un poco mas las cosas, la carga periférica es completamente dependiente de la superficie del terreno. Una superficie mas dura aumenta la carga periférica así como un terreno blando la disminuye.
La importancia de la carga periférica es que genera una situación negativa para el casco, ya que al no estar diseñado para funcionar de esta forma se interfiere con el adecuado crecimiento de la pared, dificultando la circulación sanguínea dentro de él. Esto tiene relación con la velocidad de circulación de la sangre y el nivel de perfusión tisular (perfusión: irrigación sanguínea a nivel tisular que permite el intercambio de nutrientes y oxígeno). Mientras más rápido circula la sangre menor es el nivel de perfusión tisular. Por lo tanto superficies más duras y mayor carga periférica aumentan la velocidad sanguínea por encima de los niveles adecuados para una correcta perfusión sanguínea. Por el contrario terrenos suaves, arena, gravilla fina, disminuyen la velocidad y aumentan la perfusión tisular.

La Capacidad de Respuesta del Casco.

El casco del caballo cambia constantemente día a día a lo largo de la vida de éste. Es un órgano, extremadamente dinámico y “fluido” no una estructura rígida como se acostumbra a mal interpretar. Los cascos de diferentes caballos no son iguales debido al diferente ambiente, raza, dieta, ejercicio, recorte y estimulación activa del pie. Pero incluso dentro del mismo caballo sus cuatro cascos son diferentes el uno del otro, esto es debido a la diferente conformación de cada miembro lo que origina una estimulación y reparto de cargas distinta para cada casco. Por tanto tratar de establecer una regla de oro para la forma de los cascos es imposible. Tratar de copiar exactamente el modelo del casco salvaje tampoco puede ser una regla definitiva. Lo que si podemos hacer es establecer ciertos parámetros basados en este casco salvaje, que nos permitan con cierto rango de seguridad definir un modelo de casco ideal para cada caballo en particular.
La capacidad de adaptación del casco es extraordinaria, y es solo cuando traspasamos esta capacidad cuando se evidencian los síntomas de cojeras o claudicación.

La necesidad de Movimiento.

Nunca terminaremos de recalcar la importancia del movimiento para el buen desarrollo del casco. La evidencia científica se sustenta en estudios del Dr. R. Bowker que demuestran que aumentar la perfusión sanguínea tisular, con un ejercicio adecuado, es la única forma que los caballos puedan desarrollar el tejido fibrocartilaginoso en la zona posterior del casco, por lo tanto un caballo joven herrado y limitado de movimientos esta destinado a desarrollar un mal casco como ya lo he descrito.
Las primeras semanas de vida son fundamentales para el buen desarrollo del casco las cuatro terceras falanges son iguales en un potrillo recién nacido, se diferencian rápidamente en la medida que el casco es estimulado con el ejercicio y una superficie lo suficientemente abrasiva para eliminar la capa protectora de nacimiento y generar la diferenciación entre pies y manos. Por tanto la crianza en espacios reducidos o sobreprotegidos tendrán un efecto negativo en el desarrollo del potrillo, generando a la larga un mal casco con la perdida progresiva de la función de la ranilla, el cojinete digital y aumentando la carga periférica que induce contracción de los talones, acampanamientos, y crecimiento excesivo de la pinza, obteniendo como consecuencia malos aplomos del potrillo, modificación del desplazamiento transformándose en un círculo vicioso a lo largo de la vida de éste. Si a esto agregamos un prematuro y mal herraje las consecuencias son peores, si por el contrario preparamos nuestro potrillo para que desarrolle todo el potencial de los tejidos del casco, al llegar el momento de desarrollar las actividades deportivas o laborales para los que se he entrenado no debiera ser necesario un herraje. A continuación se obseva un potrillo de seis meses criado en “libertad” absoluta según su dueño que muestra desbalance de aplomos, falta de contacto de la ranilla con el terreno, contracción y alargamiento de talones asociado a sobrecrecimiento de la pinza y pared del casco. Son los primeros indicios de alteraciones que de no corregirse a temprana edad perduraran en el tiempo y generarán las condiciones o susceptibilidad para la aparición de diversas podopatologías años después, (sobre todo en caballos deportivos) pero que tuvieron su inicio a temprana edad.























Un mes después
Se estima que los caballos en estado natural (salvaje) se desplazan entre 20 a 30 Kms. diarios ya sea por alimentación, sobrevivencia, reproducción, juegos etc. Bowker ha logrado determinar y medir los patrones de movimientos de grupo de caballos viviendo en espacios reducidos de 1 a 1,5 hectáreas; determinando que los caballos más sanos realizaban entre 4.000 y 6.000 pasos en un periodo de 24 Hrs. que equivale a recorrer una distancia de 5 a 8 Kms. aproximadamente, lo que contrasta notoriamente con un caballo estabulado el cual realiza en promedio 800 pasos por día.
Esto demuestra la importancia que tiene el movimiento en la calidad de vida de caballo y el desarrollo normal de sus cascos.

Nelson Pinto

sábado, 5 de septiembre de 2009

“Si de Herrar se trata, Errar también es Humano. III Parte”



Tercera Parte: La alternativa

Nelson Pinto


En las primeras partes he querido dar en forma muy resumida una visión de las diferentes etapas evolutivas del herraje tradicional, si bien es cierto pudieran parecer una crítica a la técnica, no lo son, representan mas bien una visión desde un punto de vista externo al del profesional sin apasionamiento mas que aquel que busca respuestas a interrogantes pendientes con el solo afán de entender de mejor manera, el porque de lo que hacemos.





Al leer los comentarios realizados a los artículos anteriores, he querido rescatar algunos como : “ …que el herraje es enseñado hasta nuestros días como un mal necesario….”, o “¿Quién creen que se cargará con las culpas ante un diagnóstico erróneo de un veterinario generalista y con escasa o nula formación especializada, que son la mayoría, si el caballo queda cojo cuando un propietario no limpia nunca los cascos y apenas el box o ese caballo palmitieso y estevado?, o “….repartamos los errores en su justa medida y trabajemos con todos los implicados en procurar un pié sano para su mejor formación y conocimiento…”. Me parecen extraordinarias muestras de que no estoy tan equivocado al pensar que este es un tema no resuelto y que involucra tanto a criadores, dueños , jinetes, veterinarios, herradores , entrenadores y/o domadores

Todo esto viene a reforzar mi posición de que nos falta mucho por aprender y que es responsabilidad de todos progresar en este tema.

Si siempre se han estado buscando alternatives al herraje tradicional, debe ser porque nunca se han logrado los resultados óptimos deseados. Entonces, ¿ qué otras opciones tenemos?

Herraduras de materiales plásticos (Blandas), las cuales se colocan con clavos convencionales y/o pegadas al casco con adhesivos específicos.



Herraduras de poliuretano.

Sistemas de botas de los cuales hay varios con excelentes resultados, la ventaja de la bota es que permite la movilidad del casco sin perder su función a la vez que lo protege y se puede colocar y sacar a voluntad. Hay botas para distintas disciplinas deportivas con diferentes diseños , hoy ademas, se pueden confeccionar a la medida de acuerdo a nuestro propio diseño. Creo que en un futuro cercano veremos cada vez mas frecuente su uso, ya que además, son excelentes para algunos tratamientos de podopatologías o durante los procesos de transición al sacar las herraduras en caballos con cascos demasiado dañados. No trataré en detalle estas dos técnicas ya que no son el obejetivo principal de este artículo y seran desarrolladas en extenso en un futuro.


Botas EasyCare

Una real evolución de las herraduras metálicas que podemos considerar como una tercera alternativa es la herradura desarrollada recientemente por Gene Ovniceck GPF-RMF , la cual introduce por primera vez modificaciones en su diseño que permiten aplicar los conceptos biomecánicos de los caballos desherrados a caballos herrados.
Herradura Metálica para balance Natural (Gene Ovnicek )


La cuarta opción que nos queda es no colocar nada, o sea dejar el casco desnudo, para muchos la primera reacción es de sorpresa, asombro o desacuerdo por las limitaciones o daños que sufrirá el caballo. Esto no debe asombrarnos ya que la herradura ha sido considerada casi como una parte mas de la anatomía del caballo , no hay nada mas simbólico e iconográfico que una herradura respecto de los caballos. Es tanto así, que en un “Atlas de Anatomía del Caballo, Libro Guía para Estudiantes de Veterinaria” de Budras (1994) en la ilustración correpondiente al casco este aparece con una herradura puesta, casi como si el caballo naciera así y se debiera estudiar herrado.

Primero hay que dejar claro que no es ningún descubrimiento nuevo que el caballo pueda andar “descalzo” o desherrado. Así vino al mundo y evolucionó miles de años caminando sobre todo tipo de terrenos y superficies, sin herraduras, desarrolló un órgano altamente sofisticado y funcional llamado casco con una serie de estructuras que la dan mas de una funcionalidad que la de ser solo medio de transporte y cuyo diseño es una vez mas una obra de arte de la naturaleza. Si buscamos reforzar este concepto bastaría con revisar la historia:

Los antiguos Hititas usaban caballos para tirar sus carros de Guerra los cuales eran entrenados y usados desherrados, tenían un periodo de entrenamiento de seis meses en los cuales recorrían mas de 7000 Kms. En sus campañas bélicas podían recorrer entre 75 y 200 Kms diarios. Todo esto sin ningun tipo de protección en sus cascos.

El General Daumas quien estudió a los beduinos de Arabia, escribe: “..un buen caballo en el desierto debe cubrir por 5 o 6 días consecutivos 110 a 172 Kms, descansa dos días y comienza de nuevo….. Por otro lado no es raro ver caballos recorrer 220 a 260 Kms en 24 Hrs….”. Todo esto sin ningun tipo de protección en sus cascos.

F. Von Schwarz , escribe “…..en la época en que las incursiones Turcas se desarrollaban en su mayor esplendor, los participantes de éstas, podían llegar a recorrer en las áridas arenas del desierto con sus trofeos de guerra y prisioneros, distancias no menores a 1000 Kms en cinco días. Todo esto sin ningun tipo de protección en sus cascos.

Ninguna obra de arte romana muestra ni un solo caballo herrado, Markus Junkelmann, en su obra de tres volumenes “ Los Jinetes de Roma” examinó textos griegos y romanos y no encontro registros que mencionaran el herraje. Tampoco vió alguna necesidad para que los romanos herraran sus caballos. Él y su equipo, recrearon una Unidad de Caballería Romana y recorrieron terrenos y distancias similares, encontrando que 450Kms no eran distancias complicadas para sus caballos desherrados.

Marco Polo en uno de sus viajes a China cita : “ Afganistan tiene excelentes caballos, extraordinarios por su velocidad. No estan herrados, aunque son usados en terrenos montañosos y van a gran paso incluso cuando descienden, donde otros caballos no podrían o no querrían hacerlo.”

Todas las campañas de Alejandro el Grande fueron desarrolladas en caballos sin herrar. Bucéfalo el caballo de Alejandro falleció tras ser herido mortalmente en una batalla a la edad de 30 años. Esto deja en evidencia la longevidad que alcanzaban en plenitud de sus funciones y que las causas de muerte no eran principamente debidas a lesiones del aparato locomotor por no ser herrados, a diferencia de lo que vemos hoy donde si lo son. Xenofonte incluso escribe que la vida promedio de un caballo podía estar en el rango de 40 a 50 años. Contrasta mucho con la expectative de vida útil en la actualidad la cual en promedio no supera los 10 a 12 años. Tambien es destacable el echo de econtrar en los textos premedievales muchas referencias al cuidado de los cascos y como hacerlos mas resistentes, pero ninguna mención a algun tipo de protección como tampoco se mencionan ninguno de los problemas articulares , musculares, y de casco que enfrentamos hoy. Por otro lado en los escritos medievales, cuando los caballos ya eran herrados, estan llenos de descripciones de problemas de cascos y piernas y se postulan ademas posibles tratamientos para estas afecciones todas las cuales estaban practicamente ausentes en libros mas antiguos.

Si lleváramos esta información a nuestros días encontraríamos datos interesantes como “……de los 122 millones de equinos repartidos por el mundo, no mas del 10% estan clínicamente sanos, otro 10 % esta clínicamente y completamente inutilizables por cojeras. El 80% restante (97,6 Millones) tiene algún tipo de cojera….. y no pasarían un test de evaluación de salud…..” American Farriers Journal, Nov.2002,v.26 #6,p.5. ,

De acuerdo con Equine Barefoot Care , “….en Alemania, el 83% de los caballos nuevos en competencies son retirados por problemas en el sistema locomotor (cojeras) …”

Un estudio de seguros realizado en USA entre 1993 y 1995, mostró que la pérdida permanente de función, incluyendo muerte y eutanasia se debía a problemas de cojeras y del sistema locomotor alcanzando un 83%.

No podemos culpar de todos los problemas del caballo a la Herradura, pero por cierta coincidencia cuando esta aparece, también se comienzan a describir problemas que antes no había, algunos diran que antes no se investigaron, o tal vez no quedaron registros, en realidad no interesa porque si pudieramos representar la historia del herraje en un reloj de 24 Hrs. solamente la última media hora representaría el periodo de investigación y avance real en este tema. Por lo tanto estamos recien comenzando a entender lo que dimos por cierto durante siglos.

Durante siglos entendimos que la herradura era un medio de protección, por ende algo bueno, posteriormente paso a ser un mal necesario, y hoy se considera un elemento destructivo. ( “ Shoeing, a Necessary Evil ?” Hiltrud Strasser). El caballo no cambió , la herradura en su diseño y técnica muy poco entonces que sucedió para que hubiera un vuelco tan grande en la apreciación del herraje; sucede que ahora entendemos muchos fenomenos mecánico-biológicos que antes no se tomaron en cuenta. No esta demás recordar que la herradura fue diseñada por herreros medievales sin ninguno de los conocimientos modernos de ingeniería biomédica ni con la fisiología del casco equino en mente. De ahí entonces los innumerables efectos patológicos y biomecánicos que hoy apreciamos.

Voy a tratar de resumirlos a continuación deteniéndome solo en aquellos que personalmente considero de mayor relevancia.

¿Qué hace la herradura para que se considere un elemento tan negativo en el adecuado funcionamiento de un casco?:

Primero, esta la limitación de movimiento de éste, ya que ha pesar de parecer un estructura rígida el casco tiene un tremenda capacidad elástica y de deformación. Esto le da la posibilidad al caballo de absorber y disipar las fuerzas que recibe en cada impacto al caminar, protegiendo de esta manera las estructuras superiores como articulaciones , tendones y músculos. Por otro lado el casco funciona como una verdadera bomba ya que al expandirse y contraerse en cada paso empuja la sangre venosa de retorno.

Si analizamos estos dos conceptos podemos deducir y así ha sido ampliamente demostrado que : Un casco herrado pierde el 80 % de su capacidad de amortiguación de impacto por ende quienes deben absorber todas estas fuerzas son las estructuras superiores como articulaciones y tendones dando como resultados frecuentes artrítis , tendinítis, miálgias, sindrome navicualr, ring bone, etc. El daño sera mayor, cuanto mas joven sea herrado el caballo ya que aún estan en desarrollo las estructuras internas del casco, por lo tanto, si se desea herrar un caballo “nunca debiera hacerse antes de los cinco años”, al hacerlo antes tendremos como resultado un casco de tamaño inadecuado, con falta de desarrollo de los cartílagos colaterales y del cojinete digital al tener un casco contraido además veremos primeros signos no siempre acompañados de síntomas objetivables de laminítis. En 1983 , Luca Bein , de la Universidad de Zurich, comparó cascos herrados v/s no herrados demostrando que un casco con una herradura metálica normal pierde un 80% de su capacidad natural de absorción de impacto. Un casco sobre asfalto al paso, recibe tres veces mas fuerza de impacto que un casco sin herrar al trote sobre la misma superficie.

En 1984 , en la Facultad de Medicina Veterinaria de la U. de Zurich la caballería Suiza realizó un estudio sobre el efecto del Herraje. Los estudios demostraron que la fuerza que un casco herrado recibe en un superficie dura es 10 a 33 veces mayor que un casco sin herradura. Además la vibración de la herradura es aproximadamente 880Hz. Este nivel de vibración es suficiente para destruir tejidos vivos.

Si analizamos la pérdida de función como bomba para impulsar la sangre de retorno , esto va a provocar varias alteraciones como la pérdida de la capacidad recientemente demostrada de absorver impacto por medio de un efecto hidráulico al producirse el desplazamiento de la sangre por un complejo sistema capilar arteriovenoso dentro del casco. Por otro lado el efecto de bombeo de los cascos sanos sin herrar permite disminuir aproximadamente en un 50% la carga de trabajo del sistema cardiáco.

Esto se explica ya que los cascos sanos sin herrar compensan el pequeño tamaño del corazón del caballo, el cual se sabe corresponde al 0,5% en peso de la masa corporal. Esta relación porcentual del peso del corazón respecto de la masa corporal es la relación porcentual más pequeña de los mamiferos terrestres, por lo tanto la ayuda compensatoria que recibe de los cascos es de suma importancia para mantener una buena función cardiaca y de los sistemas metabólicos ya que en los caballos herrados esto puede generar un stress metabólico sistémico. Para tener una idea se estima que, un caballo mediano bombea a traves de sus cascos aproximadamente 4 litros de sangre cada 20 pasos. Demás esta recalcar que a diferencia de otros animales, las venas del caballo en sus extremidades no tienen válvulas para compensar el retorno por gravedad y si a esto tambien sumamos la ausencia de músculos alrededor de los vasos, no es dificil imaginar entonces, que el esfuerzo que realiza el corazón de un caballo herrado comparado con uno sin herraduras bajo el mismo esfuerzo es mucho mayor. Esto, se evidencia y se aprovecha hoy al lograr mejorar el rendimiento de los caballos en competencies de: carreras, enduro, cross country y rodeo, ganándose cada vez más terreno en todas las otras disciplinas, tanto es así, que en la actualidad no existe ninguna disciplina ecuestre donde no participen caballos sin herraduras.

Muestra de disciplinas ecuestres con caballos sin Herrar.


Rodeo Chileno

Cross Country, Caza de Zorro y Competencia de Carruajes


Enduro, Salto y Adiestramiento

Estas alteraciones que ocurren a nivel de la macrovasculatura, por el efecto denominado torniquete de la herradura, fue brillantemente demostrado en un video realizado en 1993 por el Dr. Chris Pollit Phd DVSc MSC del departamento del Ciencia y Medicina Animal de la Universidad de Queensland Brisbane, Australia. Comparó el flujo de sangre en cascos herrados y no herrados, los resultados mostraron en los cascos herrados una reducción dramática del flujo sanguíneo y alteraciones de la fisiología del casco. Fuera de los trastornos macrovasculares mencionados también se afecta la microvasculatura provocando pérdida de la sensibilidad al comprimir los vasos que irrigan las terminaciones nerviosas con lo que se afecta la propiocepción (capacidad sensorial postural y de ubicación) quedando el casco “como anestesiado” similar sensación en los humanos cuando se limita por presión temporal la irrigación de alguna extremidad y decimos que tenemos un “pie dormido”, la diferencia radica en que en el caballo esto es permanentemente mientras este herrado. Esto limita o retarda - por falta de sensación - muchas veces la aparición de signos o síntomas tempranos de diversas patologías por lo que el caballo se sigue utilizando, por ende, éste no percibe el progreso de la lesión hasta que es muy tarde o se encuentra muy avanzada para permitir un rehabilitación satisfactoria. Por otro lado este fenómeno puede explicar también el alivio transitorio de ciertas patologías como la enfermedad navicular cuando se utiliza herraje correctivo por el mismo efecto del bloque nervioso por disminución de la irrigación sanguínea.

No existe en mi opinión ni una sola ventaja o beneficio de la herradura que justifique su uso, hoy esta irrefutablemente demostrado el daño que puede ocasionar. Es más, no existe ninguna patología equina que no pueda empeorar por el uso de la herradura.

Entonces la solución sería sacar las herraduras, y ya esta , no es tan simple, en manos no preparadas el daño podría ser igual o peor que con herraduras y así también a quedado demostrado en la historia reciente lo que ha obligado a normar en cierta forma el manejo natural del casco y asegurar la formación de profesionales idóneos.

¿Cómo nace éste manejo natural del casco?. Surge como resultado de la necesidad de entender porque que los estudios realizados en el caballo doméstico discrepan de los resultados obtenidos en estudios similares realizados en caballos salvajes. Bracy Clark (Científico, Colegio de Veterinarios de Londres) encontró que toda herradura , no importa lo correctamente que sea colocada, inevitablemente fuerza al casco a contraerse. El también explica como los libros sobre anatomía equina muestran cascos contraídos y deformes como sanos y saludables ya que los autores han utilizado caballos domésticos como modelos de estudio de sus investigaciones, los cuales rara vez estarían sanos.

Por lo tanto fue necesario realizar estudios de caballos salvajes para poder entender realmente la fisiología del caballo. Quienes lideraron este movimiento fueron Gene Ovnicek , Jaime Jackson, Dr.Robert Bowker, Dr.Ric Redden, Dra.Hiltrud Strasser, Dr.James Rooney y Pete Ramey gracias a ellos y muchos mas como : Claire Vale, Gil Goodin, Gretchen Fathauer, KC La Pierre, Keith Seeley, Kim Cassidy, Linda Cowles, Lisa Huhn (Equinextion), Marjorie Smith, Martha Olivo (Metodo Estandar de Manejo del Casco de MO), Oregon School of Natural Hoof Care, Paige Poss, Tommy Lee Osha y Walt Friedrich hoy disponemos de una valiosa cantidad de información que esta cambiando para siempre la comprensión y entendimiento de la fisiología del caballo.

Jaime Jackson; un herrador profesional fue el pionero del manejo natural del casco en Estados Unidos. Desarrollo su sistema de Manejo del casco no diré despalme ya que considero que es una palabra que induce a error o no representa fielmente el concepto del recorte moderno del casco. Su método se basa en el resultado de sus propios estudios de caballos salvajes americanos durante los años 80. Ha escrito libros sobre el tema, mantiene un centro de formación e investigación y es fundador de la AANHCP ( Asociación de Practicantes del Manejo Natural del Casco).



Casco de una caballo salvaje.

Dra. Hiltrud Strasser , veterinaria alemana , desarrollo el Método Strasser después de mas de veinte años de estudiar e investigar los problemas podales de equinos domésticos. En 1993 crea el Instituto de Salud del Casco, y la Escuela Europea de Ortopedia del Casco en Tubingen, Alemania. Su método se caracteriza por ser mas agresivo que los otros métodos conocidos por lo que se le considera un sistema bastante controversial por ser además muy dogmático en sus fundamentos .

Gene Ovnicek , Master Herrador canadiense radicado en Estados Unidos, también estudio los caballos salvajes y con mas de 40 años de experiencia como herrador apoyado conjuntamente en las investigaciones del Dr. Robert Bowker (Connotado investigador del área. Director del Centro de Investigación del Casco, Escuela de Medicina Veterinaria, Universidad Estatal de Míchigan) desarrolló un método basado en el la biomecánica del casco del caballo salvaje pero manteniendo la herradura eso si, modificada para lograr el denominado Balance Natural. A diferencia de todos lo demás métodos es el único que mantiene el uso de la herradura. Todos los demás son desherrados.


Herradura Normal, Herradura Natural Balance Herradura normal el mismo casco con Natural Balance
Pete Ramey ;herrador profesional, discípulo de Jaime Jackson es quien en mi opinión a logrado unificar de mejor manera los conceptos fundamentales de los diversos métodos existentes constituyéndose en uno de los grandes exponentes del manejo del casco sin herraduras basado en el modelo del caballo salvaje de Jaime Jackson.

Analizar y describir los diferentes métodos no sería posible en este corto artículo, lo dejaremos para el análisis y descripción en otros venideros si existe el interés. Lo importante es lo que podemos concluir de éste.

Antes de finalizar quiero transmitir el pensamiento de varios profesionales; veterinarios, herradores y entrenadores top a nivel mundial quienes han expresado lo siguiente respecto del tema de no usar herraduras.

John Lyons, USA: conocido entrenador de caballos. “ Ud no necesita colocar herraduras porque va a montar un caballo, no usar herraduras es ideal para obtener un pie, fuerte , sano y saludable” . No ha herrado sus caballos en 12 años.

Clinton Anderson, Australia: renombrado entrenador de caballos. Ganador dos años consecutivos de “ The Road to the Horse”. “……Con el correcto recorte y manejo del casco, no existe razón para herrar…… Los cascos no cambian de la noche a la mañana, he encontrado que toma entre seis meses a un año para completar la transición a desherrado, pero cuando se logra, los cascos son fuertes, sanos y los suficientemente resistente para cabalgar sobre cualquier superficie……” . No hierra sus caballos desde hace ocho años.

Dr. I. C. Gross, Escuela Veterinaria Real de Stuttgart.Alemania “ ….si la pregunta es, ¿ si el herraje es la forma de mantener un casco sano?. La respuesta siempre será negativa”

Emil Carre, USA master herrador profesional, presidente de la Asociación Americana de Herradores. “….el casco fué diseñado para estar desherrado. Cualquier cosa que le agreguemos, como una herradura, que es clavada a él va interferir con el proceso natural de éste. Muchas herraduras tienen seis a ocho clavos, además de dos o tres pestañas, todas los cuales contrarestan la capacidad de contracción y expansión de él”.

K.C. La Pierre, USA herrador instructor; autor de “ The chosen Road. “….. en su estado natural el caballo no necesita de herraduras para sobrevivir…” “ .. se ha vuelto evidente que las ciencias tradicionales del herraje se han estancado al seguir un camino que solo puede conducir a seguir dependiendo de lo que es innatural…”

Steve Dick, USA , Asociación de Herradores. “ ….. un caballo que solo esta sano con herraduras , no es un caballo sano…..”. “ no existe ninguna patología equina que no sea agravada por el uso de la herradura ….”

Father & Sons Enterprises, LLC. Herradores Profesionales, USA, “….solo se, que lo que he visto y he aprendido después de mi entrenamiento tradicional, funciona mejor que el sistema antiguo. Es ciertamente una forma mas efectiva, mas sustentable y mas eficiente que la de colocar herraduras metálicas o plásticas en los cascos del caballo. Consecuentemente no puedo en conciencia volver a colocar una herradura en un caballo…..”

Paul Capman, USA, Herrador Demostrador-Instructor. “…. los caballos salvaje en promedio viven mas que los caballos domésticos, a diferencia de otros animales domésticos. ¿ Por qué se ha invertido esta relación? Ya que la expectativa promedio de vida útil de un caballo doméstico hoy no supera los doce años, siendo la principal causa de pérdida de función afecciones del sistema locomotor ….”

Prof. Dr. Tomas Teskey, DVM, USA: “……actualmente el gran daño comienza antes de que la herradura siquiera toque el casco, cuando éste, es preparado para recibirla . Las formas energéticamente naturales del casco no son respetadas cuando el herrador lo despalma, destruye su habilidad para desarrollar sus vitales funciones, posteriormente clavando un aro metálico rígido alrededor del borde inferior se asegura su continuo deterioro y deformación, como también, establece, las condiciones de enfermedad para todo el caballo.”… “ Todo caballo que usa herraduras sufre algún grado de separación de las láminas (laminitis)….”
“ ….. Jamás volveré a sugerir a alguno de mis clientes que considere herrar sus caballos con metal. Estoy completamente convencido de esto. Creo que herradores , veterinarios, entrenadores y personas relacionadas con el caballo en todas partes del mundo deben aprender la verdad y decirles a sus clientes , amigos y colegas que herrar los caballos los daña y les quita años de salud y función. Devolverles sus pies a los caballos los liberará y producirá cambios positivos en ellos y será una experiencia liberadora para ustedes también al comprender el poder que este conocimiento tiene….”

Material e información para continuar existe en gran cantidad, hoy día miles de caballos alrededor del mundo se benefician al no usar herraduras sin embargo en Latinoamérica por nuestras arraigadas costumbres y tradiciones estamos perdiendo una maravillosa oportunidad de mejorar la calidad de vida de nuestros caballos.

Solo para concluir quisiera dejar muy claro algunos conceptos y respondre frecuentes interrogantes que si bien no se han podido tratar en extenso por el espacio de este artículo, espero poder hacerlo mas adelante.

¿Puede mi caballo estar sin herraduras?. ¿Puede competir sin herraduras?. ¿ Puedo andar sobre cualquier superficie (blanda, dura, piedras) sin herraduras?. ¿Puede mi caballo de trabajos agrícolas trabajar sin herraduras?. ¿Puede mi caballo tirar un carruaje en la calle sin herraduras?. ¿Puede mi caballo estar en la alta competencia sin herraduras?..... ¿ Puede ganar competencias sin Herraduras? .

Afortunadamente la respuesta es totalmente afirmativa para todas la preguntas, si además, pudiéramos preguntarles a los caballos todos ellos sin excepción preferirían estar sin herraduras. Entonces la solución es tan simple como sacar la herraduras, no, no lo es y en esto quiero ser muy enfático, dependiendo de cada caballo, de la función, de la actividad que realiza, la superficie donde trabaja, la época del año, las condiciones ambientales, la dieta, las exigencias deportivas esto será un proceso que puede durar de 4 a 18 meses y que debe ser manejado por una persona idónea con experiencia y conocimiento cuanto más tiempo haya estado herrado o daño tenga el caballo. Si no acabará pensando que este método no funciona o terminará causando mayor o igual daño que con el herraje tradicional.

Todo aquel que parta pensando - como me sucede frecuentemente cada vez que lo explico a una nueva persona - lo que me voy a ahorrar en herrajes y en herrador - esta equivocado y esto no es para él por lo que es mejor que siga con su método tradicional.

Quien vea esto como una maravillosa herramienta para mantener por mucho tiempo caballos sanos, altamente competitivos y tener además el potencial de rehabilitar como he podido experimentarlo al tratar personalmente caballos muy dañados o con indicación de eutanasia por laminítis, síndrome navicular, ring bone, problemas articulares, tendinítis, problemas dorsales y musculares, deberá informarse y contactar profesionales herradores o veterinarios capaces de desarrollar este proceso en forma segura. Lamentablemente en Latinoamérica somos muy pocos pero espero que esto sirva para motivar a muchos profesionales o dueños de caballos a indicar o solicitar esta alternativa.

Herrado y Desherrado 4 meses después (Gtza.Eponatech)

El ahorro o beneficio económico como siempre lo digo se verá en el mediano plazo al tener una mayor cantidad de caballos mas sanos por mas tiempo y mas competitivos. La asociación de rodeo de Concepción es pionera en Chile en este método, habiendo finalizado la temporada 2007-2008 con excelentes resultados en todos los caballos que compitieron toda la temporada sin herraduras, terminando con sus cascos totalmente sanos, y recuperando los que partieron lesionados. Agradezco desde ya a todos los corraleros que confiaron y optaron por algo nuevo y que hoy disfrutan de los positivos resultados. En especial deseo agradecer a la Dra. Javiera Belart L. MedVet. por su incondicional apoyo y por ser la única profesional del área que confió y logró ver el potencial que esta alternativa representaba para el tratamiento y mantención de la salud integral del caballo, sin su real aporte la masificación de esta tecnica no hubiera sido posible.

Como ya lo he mencionado antes, no es mi función ni interés dar las directrices de lo que deba o no hacerse, pero considero mi obligación compartir con ustedes este conocimiento para que cada uno saque sus propias conclusiones y conveniencias, por mi parte, como partí diciendo al iniciar estos artículos:

… Si de Herrar se trata ... Errar es Humano.
… Si de Herrar se trata ….. estuve Errado demasiado tiempo.
…. Si de Herrar de trata ….. no hay razón para seguir Errado.
y, si de Herrar se trata ….. espero, jamás volver a Herrar.

lunes, 31 de agosto de 2009

Parte II “Si de Herrar se trata, Errar también es humano”








Nelson Pinto
Segunda Parte: La controversia

Si difícil fue escribir la primera parte, ésta lo será un poco mas, porque como se acostumbra a decir, ahora me “meteré en las patas de los caballos”. Quisiera recalcar antes de continuar que esta sigue siendo la visión personal de un estudioso y apasionado del tema y no la de un profesional del área, son ellos los responsables de liderar los futuros cambios que beneficien a nuestros caballos, esto representa solo un pequeño aporte o el sentir de los amantes de los caballos y cuyo valor radica en que contiene una valiosa recopilación de información a la cual se suma a la experiencia personal.
Ya vimos parte de la historia del Herrero la cual lamentablemente no ha estado exenta, a lo largo de su historia, de tratamientos agresivos, mutiladores e inva-lidantes, porqué entonces después de mas de dos mil años todavía seguimos escuchando y leyendo similares controversias, ¿qué pasó con el desarrollo y el progreso de las ciencias? , si ha sido la misma técnica de “clavar herraduras en los cascos ”, que se ha venido repitiendo de generación en generación durante siglos ¿donde radicaría el problema?, ¿qué la hace tan complicada?.
Parece simple clavar una herradura en un casco, solo hay que tener cuidado de no colocar los clavos en zonas sensibles, dicen algunos. Entonces, volvamos a pre-guntarnos, ¿Porque es tan complicado herrar?, ¿No han sido suficiente mas mil quinientos años de herraje para poder entender algo que se hace rutinariamente cada 40 días , en cuatro cascos por cada caballo?. Al parecer esto va mas allá del simple hecho de clavar. O tal vez el buen Dios no pensó en la posibilidad de colocar herraduras clavadas en los cascos porque su diseño original contemplaba un órgano perfecto en diseño y función.
¿Por qué hablamos de un órgano? Cuando pareciera al ojo no avezado que el casco es una estructura inerte sin mayor función que la de soportar el peso del caballo y permitirle desplazarse. En la tercera parte veremos en extenso el significado de tal inter-rogante.
Por ahora debemos regresar nuevamente en el tiempo para poder comprender porque tanta controversia sobre este tema. Comenzaremos por algo que parece simple como: ¿cuál es la forma correcta del casco?, ¿cuáles son los ángulos correctos?, ¿es igual un casco anterior (mano) con un casco posterior (pata)?.













En el pasado, se postularon varias teorías que se popularizaron sin haber sido científicamente comprobadas, incluso algunas fueron por largo tiempo establecidas co-mo norma. Entonces, ¿Cómo establecer el correcto ángulo?, ¿Cómo medir un correcto ángulo?, ¿Como es que alguna vez se acepto como correcto un ángulo de 45º ?, y por último ¿Sabemos realmente cuáles son los ángulos correctos?.
Veamos como se inicia esta historia: Los primeros registros sobre la angula-ción de los cascos se remontan a Simon de Atenas (430AC) y Xenofonte (380AC). Am-bos insisten en que no debe existir contacto entre la ranilla (estructura central y posterior del casco) y el suelo. Xenofonte dice “ .... cuando se compra un caballo... lo primero que se debe observar son sus cascos.... Los talones altos, mantienen lo que es llamada ranilla lejos del suelo, en cambio los caballos de casco corto caminan con la parte dura y blanda del casco al mismo tiempo.......”.
Nótese que no existen cambios frente este argumento por los próximos 2000 años hasta mediados del siglo XVIII todos los autores reconocidos recomiendan un án-gulo alto.
En 1556, Blundeville recomienda sacar más material de la pinza o dedo (tercio anterior del casco) que del talón (tercio posterior); los talones deben conservarse altos y fuertes (Smith 1976, v1p.176).
En 1585 Clifford dice recortar muy poco los talones, pero recortar bastante en la pinza (Smith 1976.v1, p.101).
En 1664 Solleysel “ ......... advierte enfáticamente que los talones de los pies delanteros no se deben recortar y se deben mantener fuertes...” (Smith 1776,v.1 p.335). Bridges, (1752 ) también dice “ .....un caballo con talones bajos , solo sirve para el arado. Sin embargo a pesar de todo, puede haber sido el primero en hacer una impor-tante observación en que tal vez, los cascos eran demasiado verticales: “Aquellos pies donde el casco es muy alto, los talones fuertes y la ranilla pequeña , no toleraran bien las travesías sobre caminos rocosos y serán mejores para las praderas”.
Luego sucede algo interesante. Lafosse (1754) rompe con más de 2000 años de tradición y experiencias al recomendar todo lo contrario: Un ángulo bajo, herraduras en formas de media luna y presión en la ranilla. Lafosse decía al recomendar su método que “de esta forma se obligaría al caballo a presionar la ranilla, que es el punto de apo-yo del tendón flexor”. Estaba equivocado tanto en la teoría como en la práctica.
La teoría de Laffose de angulo bajo y presión en la ranilla encontró adeptos y retractores. Los master herreros de Paris refutaron públicamente esta técnica de ángulo bajo y herraduras cortas ( Marchaux 1758). Osmer resalta que cuando trató la técnica de Lafosse en sus propios caballos de caza, éstos se resintieron y quedaron cojos de ambas manos, la primera vez que fueron cabalgados. Sin embargo el mismo Osmer preconizaba un angulo bajo, presión en la ranilla y herraduras cortas; pero no tan bajo ni tan cortas (cabe preguntarse entonces, que es, no tan bajo, ni tan corto o no tan alto) de todas ma-neras la técnica de Lafosse se popularizó. Así también en 1791 , Sainbel el primer jefe del Colegio Veterinario de Londres aprobó y siguió la técnica de Lafosse. Sin embargo Smith, acota “ John Lawrence nos relata que Sainbel deja cojos muchos caballos al bajar los talones tan rápido y comete otros errores en el herraje”(1976,v.II p.184). Posterior-mente Sainbel fue reemplazado por Edward Coleman de 1794 a 1839, quien continuó apoyando la teoría del ángulo bajo y presión en la ranilla.
Bracy Clark a pesar de haber leído los estudios de Xenophonte y muchos otros textos históricos que promovían un ángulo alto y sin presión en la ranilla, y a pesar de no tolerar a Coleman , preconizó el contacto de la ranilla con el suelo y por lo tanto un án-gulo bajo.
White (1802) es el primero en establecer que el ángulo del casco debería tener un numero específico o grado. En su libro muestra un casco sobrepuesto en un medidor de ángulos con una inclinación exacta de 45 grados, destacando que éste es el ángulo correcto. De aquí en adelante muchos autores, repitieron el mismo error: Goodwin (1820), Hodgson (1849), Herbert ( 1859) and Fitzwygram (1861), cada uno especificaba 45 grados como el ángulo correcto. Es importante hacer notar que ninguno de estos au-tores era herrero por lo que es poco probable que alguno haya herrado un caballo algu-na vez.
J.W.Winters, llega a preconizar al ángulo mas bajo en su libro “ El caballo en salud y enfermedad” publicado en 1852, recomienda 32 grados en las manos y 35 grados en los posteriores.(Glade y Salzman 1985)
A pesar de toda esta controversia concerniente sobre al ángulo del casco, na-die se preocupó de medir los angulos durante el herraje, no es sino a fines del siglo XIX, donde Fleming es el primero en mencionar, el diseño de un instrumento que per-mitiría medir los ángulos durante el herraje, sobre lo cual acota “hasta ahora se coloca el caballo en una superficie plana y se observa desde unos pasos de distancia para determi-nar los ángulos. Sin embargo para llamar la atención sobre esta materia y evitar errores, he contribuido con un pequeño instrumento (1872,p44)”. Fleming fue además el más racional al sugerir que entre 50 y 60 grados sería un rango apropiado para el ángulo del casco.
Lungwitz creía que el ángulo del casco, debía igualar el ángulo de la cuartilla, no importando cuan bajo fuera este ángulo. De los caballos con que Lungwitz (1891) experimentó solo 3 tuvieron ángulos mayores de 50 grados y dos tenían angulos de 36 grados.
Desde Lungwitz hasta hace poco tiempo hubo pocos cambios o mejoras en el entendimiento de los ángulos del casco. Sin embargo solo en los últimos 25 años se han sugerido algunas reconsideraciones.
Canfield(1966) sugiere que el ángulo adecuado debería fluctuar entre 45 y 65 grados y que el ángulo de la cuartilla y el hombro debieran coincidir. Adams (1974), re-comienda seguir el ángulo de la cuartilla, pero no menor a 45 grados.
Emery, Miller, y Van Hoosen ( 1977), recomienda que solo el hombro debería ser usado como guía , ya que la cuartilla esta sujeta a cambios que la hacen poco confia-ble.
Jaime Jackson (1991) es el único que basa sus estudios en caballos no domés-ticos, estableciendo que el rango debiera ser entre 45 y 65 grados, respetando el creci-miento del casco en salud respecto de la posición de la tercera falange.
Bueno esto solo representa un resumen escueto de uno solo de los parámetros para establecer la adecuada forma del casco. A través de los siglos se han usado muchos métodos, algunos racionales y otro populares para establecer estas angulaciones como : el sonido que emite el casco, como se ve el casco, la presión en la ranilla, grados especí-ficos, un rango de grados, el ángulo de la cuartilla, un rango de ángulos de la cuartilla, el ángulo la cuartilla y del hombro, solo el ángulo del hombro, el ángulo de la tercera fa-lange, etc. Estos factores no se pueden considerar aislados de otros que tambien modu-lan el crecimiento del casco, como: el desarrollo de las diferentes estructuras del casco, el balance, los aplomos, la dieta, las condiciones climáticas, el tipo de terreno, la activi-dad diaria, la disciplina deportiva, la época del año, las condiciones de estabulado y las lesiones. Analizarlos, entenderlos y relacionarlos en detalle me llevo mucho tiempo por lo cual los dejaremos para otras ocasiones ya que no es el objetivo primario de este artí-culo.
Solo para concluir queda claro entonces que por mas de 1800 años de regis-tro del herraje se recomendó un ángulo alto sin presión en la ranilla. Posteriormente por casi dos siglos se recomendó un ángulo bajo con presión en la ranilla. En los últimos treinta años como resultado de una mayor investigación se inclinó la balanza nueva-mente hacia un ángulo alto sin presión en la ranilla, para finalmente en los diez años más recientes volver a considerar un ángulo bajo con presión en la ranilla pero estas vez sustentado en una mayor evidencia científica junto con un acabado y detallado manejo de las estructuras del casco. Demás esta mencionar que existen más de cuatro escuelas o técnicas de herraje, diferentes formas de balance e innumerables técnicas de tratamien-tos con herrajes correctivos.
¿No les parece todo esto un poco o mejor dicho muy confuso?, no es difícil concluir entonces porque a la fecha no existe un consenso claro sobre un tema que pa-recía mas simple, razón por la cual debemos continuar la búsqueda de evidencias con fundamento teórico práctico que no ayuden a dilucidar cual el es la real forma armónica del casco de nuestro caballo, y cual es la forma correcta de mantenerlo en salud, lo cual, me lleva a pensar una vez mas que si de Herrar se trata, tal vez estuve Errado dema-siado tiempo.

Parte I “Si de Herrar se trata, Errar también es humano”








Nelson Pinto C.
” La historia nos permite comprender el futuro”

Difícil comenzar ha escribir este artículo sin pensar en que tal vez, no sea el mas indicado para ello, sin embargo, mi pasión por los caballos me ha llevado a incursionar en áreas que jamás imaginé llegarían a ser parte importante de mi formación , menos aún que pudiera un día compartirlas y divulgarlas con otros amantes de este noble animal y compañero. El único objetivo que persigue esta serie de artículos es llamar la atención sobre un tema que a mi juicio no esta totalmente definido y que corresponde por el bien de nuestros caballos analizarlo mas a fondo.
Mi quehacer profesional me ha permitido tener un base sólida en el área de la investigación científica razón por la cual siempre esta presente en mi diario accionar el cuestionamiento del ¿Por qué de la cosas? , en los últimos años esta inquietud la he volcado con gran énfasis en el mundo de los caballos donde la tradición, la historia, la cultura, las costumbres, y la herencia de generación en generación de alguna forma no siempre ha permitido que estos nobles animales se beneficien del progreso de las cien-cias.
Ejemplos hay varios, lo vemos en la doma racional o con cualquier nombre que se le conozca, el arte de la rienda, la fórmulas de alimentación, y porque no también hoy, deberíamos agregar el Herraje.
Soy un convencido que no existe y menos en la ciencias médico-biológicas la verdad absoluta. La verdad no es más que la suma de nuestras verdades individuales, por lo tanto, debemos estar siempre dispuestos a escuchar y aceptar otras aunque discrepe-mos, ya que pudiera ser y muchas veces lo es que sea cierta, y tal vez, mejor que la nuestra. Es allí entonces donde comienza el progreso. Reza un proverbio chino: “ Cuan-do tu maestro crea ser dueño de la verdad, cambia de maestro”. Que razón motiva esta introducción el solo afán de despertar el interés en un tema que puede llegar a ser muy polémico pero si podemos desarrollarlo sin prejuicios y con altura de mira, entonces cada uno podrá sacar sus propias conclusiones.
Cuando he preguntado porque se hierran los caballos la respuesta siem-pre es la misma, “porque así se ha hecho siempre para protegerles los cascos”, lo cual parece una respuesta convincente y lógica sin embargo, si apreciamos con detalle podremos ver como una vez más la historia, costumbres y tradiciones están presente en ; “porque así se ha hecho siempre”.
Veamos entonces de donde viene el arte de herrar o en que minuto de la histo-ria el “doctor de caballos” paso a denominarse “herrero” o “podólogo equino”.
Lo primero sería preguntarse ¿Quien invento el herraje? o mejor aún ¿ Qué motivo el Herraje de los caballos?. Hán habido muchas especulaciones de cuando se inició la practica de colocar herraduras de hierro fijas con clavos. Libros sobre esta materia han sido escrito por: Gesner (1551); Panciroli (1599); Beckmann (1780); Clark (1831 y 1835); Mgnln (1665); Fleming (1869); Caviglia (1880); Nlcard (1890); Daul (1893); Meyer (1941); y así muchos otros. En textos del siglo 19 se pueden apreciar muchas citas que hacen referencias a herraduras romanas. La Biblia sitúa a Tubal-Cain como el primer artesano en metales alrededor del año 3500 AC. Existe evidencia de la domesticación de caballos alrededor del año 4000 AC (McMiken 1990). Pudiera pensar-se entonces que el herraje puede remontarse a 3500 años AC. Posible pero no probable.
J.P.Mgnin (1865), citado por Fleming (1869), dice: “...situamos la in-vención del herraje alrededor del año 500 AC, es la época del gran desarrollo Druida. Los Druidas estudiaron y enseñaron la estructura del pie del caballo como resultado de los muchos sacrificios que hicieron con estos animales en sus rituales. Acostumbrados a la manipulación de metales y su inteligencia continuamente cultivada por el estudio son los mejores candidatos para ser los inventores del herraje con clavos”. Sin embargo no existe evidencia que sustente esta afirmación.
La falta de evidencia no es una sorpresa. Los druidas se caracteriza-ron por resguardar sus secretos, el hierro era escaso y valioso incluso fue usado como moneda por algunas culturas Celtas, de ahí que el manejo de éste estaba reservado solo para los sacerdotes. Hasta este siglo el hierro nunca se desechaba, se reciclaba conti-nuamente, herraduras se transformaban en clavos y los clavos se reciclaban en arma-mento. Bracy Clark (1831) destaca que en las tumbas reales a inicios de la Edad Media que normalmente contenían varios de sus finos caballos, monedas, joyas y diversas po-sesiones valiosas no se encuentren herraduras aunque si frenos, esto viene a incrementar la incertidumbre de que los caballos hubieran sido herrados a comienzos de este periodo .
Alrededor del año 556 DC el título de Mariskalk se utilizó por pri-mera vez., (marshall o mariscal se ha denominado a los herradores desde entonces). El término Marshall deriva de marhshelk:sirviente de caballos. Los normandos llevaron sus marechals a Inglaterra y el nombre fue pronto anglicanizado a Marshall.
A través de la Edad Media el Marshall frecuentemente se ubicaba por sobre el resto la población y directamente bajo el rey. ¿Qué fue tan especial respecto de estas personas que recibieron un nuevo rango y título?. ¿Habrán inventado algo?.
San Eloy, el santo patrón de los herreros y orfebres, vivió en esta época (588- 660), sin embargo es poco creíble la historia del hombre que le sacaba un pie al caballo, lo herraba y luego se lo volvía a colocar sin dejar una cicatriz. El Corán (610 DC) men-ciona “ .....caballos de guerra .... con grandes destellos de fuego al chocar sus cascos con las piedras. Suena como caballos herrados, pero sin evidencia que los sustente.
En el siglo octavo la probabilidad de que se hubiera instaurado el herraje aumenta notablemente. El desarrollo de los armeros en trabajos de hierro tanto ofensi-vos como defensivos alcanza un gran auge. Cerca del año 790 DC se desarrolla la fundi-dora Catalana con lo cual se aumenta considerablemente la producción y aplicación del hierro (Smith,1966). No es sin embargo hasta el año 910 que encontramos el primer re-gistro escrito sobre herraduras de hierro (Leo VI 910), aparecen en un listado de equi-pamiento para ser llevado por su caballería “circunferencias de hierro y sus clavos”. Seguro se tiene que haber referido a herraduras y sus correspondientes clavos (Clark,1831).
Finalmente con las cruzadas no queda duda, el herraje se populariza a través de Europa. Guibert de Nogent ( citado por Severln 1989), hablando de las Cruzadas es-cribió: “Realmente he visto cosas asombrosas que no dejan de provocar risa: la gente pobre hierra sus bueyes como si fueran caballos”. Las cruzadas finalmente populariza-ron el herraje lo cual también favoreció a los caballos Flemish los cuales fueron des-arrollados para la guerra pero poseían una debilidad al tener cascos débiles y planos co-mo consecuencia de su crianza en los pantanos de las tierras bajas. Las herraduras no solamente servían para proteger los débiles cascos de los caballos sino que también le daban a los caballeros una ventaja sicológica sobre sus adversarios.
El significado del término Herrero ha cambiado dramáticamente a través de los siglos de doctor de caballos a la persona que hierra caballos o en la actua-lidad a podólogo equino ( profesional que previene y trata todo tipo de enfermedades de los cascos y su relación con el resto del cuerpo ).
Es sorprendente la cantidad de tratamientos y remedios encontrados en anti-guos libros de herrería y la poca información sobre el herraje. Esto se debe probable-mente a que históricamente un herrero era un “doctor de caballos”. No es hasta los úl-timos cien años que la personas que hierran se denominaron Herreros.
Existen diferentes opiniones de donde se origina la palabra herrero. Se propo-nen dos fuentes de origen: del latín faber ferrarius (faber: artesano y ferrarius:metal).
La segunda fuente sería de un noble normando y probable doctor de caballos, Henry de Farrariis, quien llego a Inglaterra con William el conquistador en 1066. Am-bas fuentes sin embargo parecen derivar del latín Ferrarius.
La siguiente referencia al herrero es de 1356, cuando el Alcalde de Londres, se vió obligado a reunir a los herreros de la ciudad para crear los “Marshalls de la ciu-dad de Londres” debido a las numerosas agresiones, lesiones y mutilaciones ocasio-nados por los supuestos herreros de la ciudad y sus alrededores.
Posteriormente en un nuevo decreto Carlos II crea en 1676 la hermandad de Herreros de las ciudades de Londres y Westminster. El decreto establecía que habría un Maestro, tres supervisores y no mas de veinte ni menos de diez asistentes. El decreto nombra 49 personas como herreros practicantes dentro de siete millas alrededor de Londres. Uno de los primeros asistentes sería Andrew Snape quien fue herrero de Carlos II y autor del libro “Anatomía del Caballo”
Un gran vuelco en la práctica del herraje se produce el 3 de Marzo de 1796 cuando por orden del Duque de York se solicita al comité de oficiales reunidos en Lon-dres, realizar un reporte sobre varias materias concernientes a la caballería donde se in-cluía, “el Colegio Veterinario, el cual debería dar énfasis en los principios de la practica del Herraje.
En Abril de 1796 el comité emitió el siguiente reporte “ .....El consejo habiendo tomado en cuenta la enorme y constante pérdida de caballos de la caballería debido a la total ignorancia de aquellos que tienen el cuidado médico de ellos, como así mismo, la incompetencia de ese departamento al limitar la posibilidad de procurar per-sonas mejor preparadas en el conocimiento del herraje sugiere que el Colegio Veterina-rio debe realizar un gran esfuerzo para mejorar esta parte esencial del servicio...... Fi-nalmente el 24 de Mayo de 1796 , los coroneles de regimientos de caballería fueron in-formados por el comité de los planes para mejorar la practica del herraje en los cuerpos de caballería. Estos consistían en que : “...una persona perfectamente educada y entrena-da habiendo recibido un certificado del comité médico del Colegio de Cirujanos Veteri-narios deberá ser agregada a cada regimiento con el nombre de Cirujano Veterinario, el cargo será por no menos de siete años .....”. El comité también se vio frente a la disyun-tiva de como llamar a estos nuevos reclutas ya que deseaban diferenciar entre cirujanos de hombres, y cirujanos de caballos por lo que eligieron el nombre de cirujano veterina-rio. El término veterinario viene del nombre romano con que se designaba al hospital de caballos heridos o enfermos “ Veterinarium”, esto se considera como la creación oficial del titulo de Cirujano Veterinario ( Herrero).
El 11 de Febrero de 1887, 213 años después se dicta un decreto se establecería las siguientes modificaciones. “ El comité ahora a cargo considera que es deseable que se abra un registro con los nombres, direcciones, y edades de todos los Master, herreros y aprendices quienes deberán rendir y pasar un examen práctico en el Arte de Fabricar Herraduras y Herrar caballos . En esta época se consideraba a un Herrero como una per-sona que “solo herraba caballos”.
Todos los tratamientos usados por los doctores/herreros de caballos de la épo-ca no evidencian ningún fundamento científico y solo inflingían miseria a los caballos. Las practicas descritas en los libros antiguos sobre herrajes parecen salidas de un libro de terror y debieron haber causado muchas mutilaciones e infecciones secundarias. Fueron estas prácticas las que desprestigiaron la práctica del herraje a una y otra vez a lo largo del tiempo. La creación del Colegio de Veterinarios marca el comienzo del fin de esta antigua y cruel forma de herraje. ¿Pero, fue realmente así ?
“Cabe destacar que en la actualidad en Inglaterra, la práctica del herraje esta estric-tamente controlada por el Consejo de Registro de Herreros. Para llegar a ser un herre-ro registrado toma cuatro años como aprendiz bajo de la supervisión de un profesor de Herraje autorizado, con formación educacional formal y un examen al final de cada año para terminar con un examen final y acreditación práctica al término del cuarto año. Durante estos cuatro años los aspirantes solo pueden realizar herrajes bajo la di-recta supervisión de un tutor autorizado”.
Esta formación dista mucho de la que acostumbramos a observar en nuestro país. Esto pareciera tomar mayor relevancia cuando vemos estudios recientes realizados en nuestra región donde en sus partes concluyentes se relata , J. Belart (2007):
“ESTUDIO DE LA CONFORMACION DE LOS APLOMOS Y CARACTERÍSTICAS DEL HERRAJE, EN UNA MUESTRA DE CABALLOS FINA SANGRE CHILENO, EN LA PROVINCIA DEL BÍO BÍO, CHILE “
“ Del total de animales muestreados se encontró que la gran mayoría presentó herrajes dentro del tiempo adecuado, lo que muestra la preocupación de los propietarios por mantener el buen estado de sus caballos. Sin embargo destaca que de todos lo caballos muestreados solo dos de ellos se encontra-ron bien herrados, ya que se presentaron dentro de lo que corresponde a la definición de herraje ideal.
De los defectos encontrados en el herraje, el que se presentó con mayor incidencia fue el herraje estrecho, principalmente estrecho de pinzas y talones, esto se debe a las características del deporte que realizan, ya que al cruzar los miembros al momento de correr se pueden pro-ducir alcances entre ellos, lo cual pretenden evitar dejando la herradura más estrecha, incluso dejando los talones de las herraduras hacia adentro, esto concuerda con el estudio realizado por Berríos (1995), en el cual también se demuestra que la herradura estrecha es el defecto más encontrado en el herraje del Caballo Fina Sangre Chileno.

Con lo que respecta al clavado de la herradura, se encontró que más de la mitad de los caballos muestreados presentaron clavos muy atrás, esto se debe principalmente al objetivo de que la herradura quede bien fija al casco, evitando así desprendimiento de éstas al producirse alcances entre los miembros. Stashak (2003) hace similar observación y agrega que el clavado muy atrás inmoviliza el mecanismo normal de expansión de los talones lo que favorece al en-castillamiento de los cascos y por ende las podopatologías.

La causa de estos defectos es el escaso conocimiento de los herreros sobre las técnicas de herraje, y lo que es mas preocupante es que exista el convencimiento que todos los herrajes son perfectos, Berríos (1995) en un estudio del herraje en el Caballo Chileno hizo similar observa-ción.”

No encuentran ciertas coincidencias con el informe del comité de Londres de hace mas de trescientos años , irremediablemente la historia se repite una y otra vez hasta nuestros días. Herrar no es solo clavar herraduras, es una ciencia y un arte por tan-to debiera ser enseñada como tal, a quienes deseen practicarla. Afortunadamente hoy existen otras tendencias muy promisorias que pueden a como veremos en el siguiente artículo ser una alternativa real al herraje tradicional.
Estoy muy consiente y no me cabe duda que existen profesionales idóneos y técnicas que en manos capacitadas debieran dar buenos resultados, pero ante mi ingenua ignorancia la realidad para muchos caballos aquí y en en diversas partes del mundo es otra .
Pareciera entonces, que es nuestra obligación y responsabilidad velar por la inte-gridad de nuestro compañeros equinos, ya que los hemos llevado ha depositar su total confianza y absoluta dependencia en nosotros. Por otro lado nosotros somos quienes siempre les exigimos el máximo rendimiento deportivo sin pensar que tal vez ............ solo tal vez ....... si de Herrar se trata ; hayamos errado una vez mas.